A través de sus óperas, fué un compositor comprometido políticamente con la Italia que durante el siglo XIX vivía la época de los Nacionalismos, conocido movimiento cultural y sociopolítico en el mundo cuyos precedentes claros se habían manifestado durante el Romanticismo anterior.A pesar de que en la mayoría de manuales se menciona sobre todo a los países del Este, como si aquellos fueran los únicos que promocionaron de alguna forma el nacionalismo musical, éste también estaba presente en Europa. El ejemplo más grande para Alemania es Wagner. Para Italia, Giussepe Verdi.
El éxito rotundo le vino de repente, sin buscarlo. En un momento deprimido de su vida en que había quedado solo, porque habían muerto su mujer y su hija, le encomendaron una comedia que no supo llevar a cabo con logros, quizás no era el mejor momento. Pero por casualidad le llegó un folleto sobre la historia del pueblo judío rescatado de Egipto, una historia que conocemos todos, y una ópera, la famosa Aída que le dió al compositor la fama y la divulgación. ¿Quién no se acuerda del famoso estribillo del Coro? Italia, en aquél entonces bajo el dominio y la sumisión del imperio austríaco, se identificó de inmediato con los cantos y los gritos triunfales de aquél coro que representaba a los judíos. Y el éxito fue espectacular.
Pues bien, Simom Boccanegra responde a este tipo de ópera que respondía a las necesidades sociales, igual que significó el éxito de la novena sinfonía de Beethoven. Un pueblo se representa en escena buscando la paz y la justícia, una corte en que los patricios y los plebeyos toman decisiones con valor, y honor. Y una historia de amor que no falte. Dentro del amplio repertorio de Verdi no es de las más conocidas, pero sí es una de las reconocidas.
Cada vez que buscaba el éxito, Verdi no tenía más que utilizar sus dotes musicales como compositor para darle al coro la voz de su propio pueblo, y usar temas recientes, políticos e intelectuales. Verdi acabó asumiendo un compromiso político y social, a través de sus óperas universales.
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