La República democrática del Congo, un enorme país que todavía a fecha de hoy no ha conseguido cumplir con eso de ser una democracia, se ha visto inmerso en una guerra que representa la cara más cruel del ser humano: la ambición a cualquier precio. La guerra ha provocado más de 4 millones de muertos, violaciones masivas y niños soldado, cientos de miles de desplazados y una guerra mundial africana con la intervención de nueve países africanos implicados en un laberinto de batallas que responde a intereses no solamente territoriales, sino de nivel económico internacional: Muchas de nuestras empresas están interesadas en los recursos de ese país. Gobiernos del primer mundo apoyan a unos políticos siniestros y sin escrúpulos porque mantienen ese negocio ilegal, la explotación, el robo, sin importarles que el precio de sus intereses se está cobrando vidas, y eso les convierte en cómplices y partícipes de estas masacres. EEUU, Bélgica, Alemania y Khazajstán, tienen sedes cerca de las zonas disputadas donde se encuentran las minas, éstos y todas las empresas multinacionales que con ellos colaboran, están financiando la guerra sobre la población civil, y sostienen a escondidas el comercio ilegal de los diamantes.
Estos detonantes explican por qué esta sangrienta guerra ha sido ignorada por los medios, cuya información la tenemos que buscar con lupa y una vez la encontramos, se ha hecho referencia a una noticia vaga y completamente descontextualizada. El olvido y la ignorancia de la situación del Congo y de toda África es una injusticia por la que deberíamos luchar, ya que millones de personas viven en un constante sufrimiento pero sólo causa compasión cuando nos lo demuestran algunas escenas que la caja tonta nos quiera vender, la televisión.
http://www.vilaweb.tv/?video=5465
http://www.umoya.org/index.php?option=com_content&task=view&id=4084&Itemid=34
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