Incluso la persona más inhumana no puede reprimir una sonrisa al ver un niño gatear o hacer un movimiento gracioso. Claro que podía apreciar la pureza que emana en un niño antes de venir a la Índia. Porque un niño es un niño. Y los comentarios de “Estos niños de Occidente lo tienen todo y no son agradecidos” se deberían aplicar a sus padres, no a los niños. ¿Se queja usted de que su hijo lo tiene todo? Pues no le compre tanto. ¿Protesta porque no es agradecido? Pues enséñele a valorar…
(De una entrevista a Jaume Sanllorente, fundador de Sonrisas de bombay).
Hoy quiero dedicarle una entrada a Jaume. Una persona que con valor, valentía, coherencia, esfuerzo y mucho amor, ha conseguido salvar más de mil vidas, propaga esperanza de un futuro mejor a todos los niños que anteriormente estaban en la calle, habían sido vendidos a un burdel por sus propios padres, o mutilados para mendigar, obligados por las mafias o por las propias familias, y que ahora pueden acudir a estas escuelas en Bombay. Jaume contrata a matrimonios para que acojan a los niños y éstos se sientan como en una familia, no en un orfanato. Les da educación y sobre todo, cariño.
Gracias, por la bonita labor que estás haciendo.
15 euros suponen un menú diario en un restaurante normal de nuestra ciudad. En la índia se podrían dar cura a un epiléptico con ese dinero en un mes. O alimentar a una familia entera. O dar una posibilidad de poder ELEGIR su futuro a una persona.
http://www.sonrisasdebombay.org/
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