No es de extrañar que la famosa bagatela en la menor "para Elisa" para piano se entendiera tal como es comunmente conocida mientras historiadores y expertos se hayan pasado años intentando averiguar quién demonios era Elisa sin éxito ni resultado. Con tal desordenada handwritting del compositor al final se ha llegado a la conclusión de que no existía ninguna Elisa, y de que se ha malinterpretado el nombre debido a un error del copista. Es posible que en ese garabato el genial compositor escribiera "Für Thérese", porque sí hubo una Teresa que posiblemente había sido la dama a la que la obra fue dedicada. Su popular nombre es, en realidad, Teresa, y por culpa de su afamada caligrafía, la pobre no es conocida como tal. Mi-re, mi-re, mí, si ré do laaaa.
... "Al enterarse el maestro que la joven sabía tocar el piano le pidió que interpretase alguna piezas de su conocimiento. Elisa (¿Teresa?) lo hizo con el mayor gusto y así se paseó por un repertorio de piezas que curiosamente no incluía ninguna pieza de Beethoven. En función de ello, Ludwin le pidió que interpretase alguna de sus sonatas para piano. La joven pianista respondió que esas sonatas le gustaban mucho pero que no podía tocarlas puesto que eran muy difíciles para ella. Al escuchar esa explicación, el maestro se enterneció y prometió componer una pieza de interpretación sencilla especialmente para ella. Así entonces nació esta famosa pieza musical llamada originalmente Für Thérese con un subtítulo que reza "Recuerdos del 27 de Abril de 1808".
2 comentarios:
Esta anécdota es todo un clásico, y claro, después de ver el ejemplo anexado de la caligrafía del genio de Bonn es imposible no darla por cierta.
Por cierto, este blog esta genial, enhorabuena
Muchas gracias ;-)
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