Berlín... la ciudad de la que no conozco más que lo que me ha contado la gente, a parte de pequeñas pinceladas sobre su historia que he visto en los documentales. Quiero visitarla próximamente y ver los restos del muro que separó familias, amigos, conocidos y extraños de la parte Federal y la Demócrata por no recuerdo qué razón, a parte de, supongo, frenar la inmigración del este y del oeste, en torno a la Guerra Fría; aquél que provocó las muertes de cuantos intentaron cruzar al otro lado. Pero de esto y más me informaré una vez allí, para palparlo de cerca.
La película Cielo sobre Berlín es una obra cinematográfica excelente, casi en poesía, cuya historia ocurre en esta ciudad, y entorno a misteriosos personajes: una trapecista, un actor, y ángeles que cuidan de nosotros. Uno de ellos, quiso convertirse y se convirtió en humano. Al verla, parece que estés leyendo una obra literaria audiovisual, ya que un narrador, -que resulta ser lo que piensan los protagonistas, a veces el ángel, otras la trapecista-, explica lo que pasa y lo que piensa, de un modo tan lírico como el de cualquier novela narrativa. La fotografía es muy buena. Cuando la escena transcurre desde el punto de vista de los ángeles, es en blanco y negro. Cuando nos situamos en la esfera terrestre, es en color. Hay otros elementos muy originales en la película, como la aparición de Colombo haciendo de sí mismo (Peter Falk).
Win Wenders —según sus propias palabras—, ya radicado en los Estados Unidos, volvió a Berlín con la idea de hacer un fim sobre ángeles y sobre la ciudad dividida por el muro. Le pidió a su amigo y guionista Peter Handke que escribiera una historia sobre ángeles, pero Handke le dijo que no se sentía capaz de hacerlo. A los pocos días, Handke lo llamó diciéndole que podría escribir algunos monólogos para que Wenders empezara a filmar. De modo que el film se llevó a cabo partiendo de una idea muy vaga, sin guión, filmando escenas sueltas en una especie de brain storming con los actores. El primer resultado fue un film casi mudo al que luego se le fueron agregando en off, voces y pensamientos de los personajes (...). El resultado de todo este caos es un film profundamente impactante, en el sentido más literal del término.
Fuente: Wikipedia.
Y cómo no, luego llegó Estados Unidos y se enamoró del film, y tal como vienen haciendo con otras películas europeas de las que se han enamorado, produjeron su propia versión "a la americana" y vendieron al mundo City of Angels, con Meg Ryan y Nicolas Cage. Lo mismo que hicieron con Abre los Ojos, una de las mejores películas españolas del siglo, en este caso fue Tom Cruise quien se enamoró de la película a la vez que de Penélope y se quedó con las dos. En fin,... cosas de Hollywood.
Volviendo a la película, me pareció que además de tratar la historia de Alemania y la ciudad de Berlín de los ochenta, trata también sobre la crisis existencial que padece la humanidad (cosa que perdura, a mi parecer, actualmente). Los ángeles ayudan a los humanos a superarse cuando están en estado de melancolía o depresión. El otro día tuve un ataque de pánico en la oficina (nada grave, cosas de este maldito fin de semana que he tenido), pero de repente me calmé, y empecé a pensar en cosas positivas, como que el cielo estaba soleado, y me sentí aliviada, fue como si uno de esos ángeles me hubiera rozado la espalda.
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