lunes, 30 de junio de 2008

"follo, luego existo"

Salwa al Neimi escribe 172 páginas de relatos como este título, en una novela erótica, La comprobación a través de la miel, publicada en el mundo musulmán, con lo que eso conlleva. Tal narración, repleta de imaginación, incitó a los censores a prohibirla en muchos lugares, excepto en el líbano, y le cerraron las puertas a algunas ferias. Un diario oficial incluso le ha tachado de prostituta que rememora sus aventuras. Lo curioso es que, tal como reivindica la autora del libro, en siglos pasados el sexo era aclamado en los escritos de poetas y eruditos con toda naturalidad, evocando la felicidad sexual como parte de la cultura musulmana. Ella los rescata y los publica en su libro, y éstas citas textuales han impactado a las élites. "Salwa al Neimi reivindica, a través de su novela, que se deje de escribir y de hablar de sexo mediante alusiones y apela a los antiguos libros árabes que evocan con franqueza los nombres de los órganos y las posturas sexuales e indican aquellas que proporcionan más placer y bienestar", asevera el diario libanés Al Akhbar.
Que desde París escriba esta novela en árabe y se publique en un mundo en que las mujeres están en una situación de inferioridad extrema, es sorprendente. Y aunque no es pionera, sino que han habido otros casos de mujeres que han osado, hacen falta más como ellas.
Salwa, felicidades.

Mientras tanto, en Irán se intensifica la lucha contra el corte de pelo moderno y la ropa ajustada occidental, porque van contra la ley. En ese país, desde que Mamud Ahmadineyad logró el poder en 2005, se organizan redadas políticas para recordar las normas.
Aún así, el 60% de su población es joven, y crecen las osadías rebeldes contra las tradiciones.
Bien por todos los que intentan revelarse contra las costumbres cuando éstas perjudican la libertad individual. Como cuando en occidente apareció la minifalda, símbolo de la revolución sexual, y abrieron un camino sin retorno a la emancipación femenina. Quizás esta noticia sea un indicio de que, en Irán, la lucha por esa emancipación sólo acaba de comenzar.

Fuente: dos noticias que rescato de El país.com.

miércoles, 25 de junio de 2008

Ленин, y la plaza roja

El creador de la URSS, Vladimir Lenin, se encuentra en la Plaza Roja de Moscú momificado, y yace como dormido a base de inyecciones químicas y líquidos para mantener su estado como si hubiera muerto ayer, ignorando por completo su voluntad y la de su familia de ser enterrado como diós manda. Gorbachov pidió el 4 de junio que fuera sepultado y retirado de allí, y a la vez crear un museo para las víctimas del gulag. Ya en noviembre del 2005 con motivo del 88º aniversario de la revolución, se aumentaron las campañas para proclamar su entierro, pero de momento continúa allí, exhibido como si se tratara de una escultura de mármol. A la gente no le importa esperar dos horas de cola para entrar y ver su cara intacta!

-Seis años después de la muerte del zar Alejandro II, el 1 de marzo de 1887, un grupo de jóvenes nihilistas intentó acabar con la vida del sucesor. El atentado fracasó y los terroristas fueron apresados. Entre los condenados a muerte figuraba Alexander Uliánov, el hermano mayor del futuro Lenin. Al enterarse por la prensa de que el grupo había sido ahorcado en San Petersburgo, el muchacho recibió una impresión indeleble, que con el tiempo se transformaría en la más firme y decidida oposición al zarismo. Pero ya entonces, con la lucidez de un visionario, resumía la situación en esta frase de condena a los métodos del terrorismo individual: «Nosotros no iremos por esta vía. No es la buena». Estudió derecho en la Universidad donde fue expulsado por participar en manifestaciones contra el zar. Estuvo casi mil días en Siberia y exiliado luego a otros países en Europa y en el destierro escribió y trabajó difundiendo sus ideas marxistas hasta la llegada de la primera guerra mundial.

El cuerpo embalsamado de Stalin permaneció junto al de Lenin desde su muerte en 1953 hasta 1961, cuando lo retiraron durante la campaña de Desestalinización y lo enterraron en el exterior de la muralla del Kremlin, detrás del mausoleo.

De la ciudad, mi primera impresión no fué agradable. Me impactaron las tristes condiciones del autobús que nos llevó al centro y las del tren que corre por los túneles del famoso metro con arquitectura recargada, de apariencia lujosa. Fue interesante visitar un país de la Europa del Este para reflexionar en la práctica lo que me habían explicado en la teoría sobre el comunismo. De su gente no recuerdo una sonrisa de nadie, pero puede que fuera mala suerte. Pienso que se refleja en ellos la historia y la economía, parece claro que a pesar de ser una enorme ciudad la gente cobra todavía unos sueldos demasiado bajos. Recuerdo el esplendor del Kremlin, y la Plaza, que encontré gigante (es la tercera más grande del mundo). Siempre han sido el lugar para ceremonias públicas, mercados. Coronación de los zares. Ahora, pasean los novios con sus familias para hacerse las fotos de boda, con una vestimenta anticuada. El enorme río Moscova la divide en dos, y a ambos lados encontramos anchos carriles de cemento donde el tráfico atraviesa la carretera igual, a sus anchas. Los vehículos son los que aquí teníamos en los ochenta, y entre ellos, algunos tanques verdes con más policías.


En tres días de visita en Moscú me dió la sensación que había retrocedido unos cuantos años en el tiempo, se escuchaba el "Scatman" y el ambiente estaba en general viejo. Las instalaciones de la mayoría de edificios parques y plazas estaban desgastadas o rotas. Pero la Plaza Roja sí, ella es casi majestuosa. Cientos de civiles pasean en varios puntos de la ciudad, con una aglomeración de policías importante en la entrada del Kremlin y en la puerta del mauselo de Lenin. Si no quieren, no te dejarán entrar. Pero aceptan propinas. Lo vimos desde fuera. Su tumba está inspirada en la de Ciro el Grande, de la antigüedad. Entras, rodeas la lápida de cristal entre un espacio protegido por unas cuerdas para observarle y te vas.

No obstante es el país de grandes compositores e innovadores músicos, muchos de ellos enterrados aquí, otros en San Petesburgo. Tchaikowsky, Scriabin, Stravinsky, Korsakov, Prokofiev, Borodin, Mussorgsky, Katchaturian, Rachmaninov.

lunes, 23 de junio de 2008

Paseo medieval

Ahora entre las pequeñas callejuelas próximas a la rambla del Raval, el monasterio de Sant Pau del Camp, construído antes del año 911, se situaba en las afuertas de las murallas de la ciudad y por lo tanto, en medio del campo de Barcelona (un campo que ocupaba la falda de Montjuic hasta llegar a las Ramblas -que eran una riera-). Al lado había un pequeño cementerio que hoy ha quedado enterrado debajo de un parque infantil. Es el único monasterio románico que conserva la ciudad, y ha permanecido a lo largo de los años entre medio de edificios y calles de cimiento, escondiendo su existencia ante la ignorancia de los ciudadanos de la actualidad.

***

Ésto y otros muchos puntos de interés sobre la historia de la ciudad de Barcelona se descubren a través de una ruta literaria a la que asistí este sábado, que basa su recorrido en relatos del libro "La ciudad sin tiempo", de Enrique Moriel.

Muy recomendable.

martes, 10 de junio de 2008

Sardegna






Nada tiene que envidiarle al Caribe, nuestro Mediterráneo.

martes, 3 de junio de 2008

"En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales...
Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios... Y, como es natural, el hedor alcanzaba las máximas proporciones en París, porque París era la mayor ciudad de Francia. Y dentro de París había un lugar donde el hedor se convertía en infernal, entre la Rue aux Fers y la Rue de la Ferronerie, o sea, en el Cimetière de Innocents. (...)
Escenario de este desenfreno -no podía ser otro- era su imperio interior, donde había enterrado desde su nacimiento los contornos de todos los olores olfateados durante su vida. Para animarse conjuraba primero los más antiguos y remotos: el vaho húmedo y hostil del dormitorio de madame Gaillard; el olor seco y correoso de sus manos; el aliento avinagrado del padre Terrier; el sudor histérico, cálido y maternal del ama Bussier; el hedor a cadáveres del Cirnetiére des Innocents; el tufo de asesina de su madre Y se revolcaba en la repugnancia y el odio y sus cabellos se erizaban de un horror voluptuoso. Muchas veces, cuando este aperitivo de abominaciones no le bastaba para empezar, daba un pequeño paseo olfatorio por la tenería de Grimal y se regalaba con el hedor de las pieles sanguinolentas y de los tintes y abonos o imaginaba el caldo de seiscientos mil parisienses en el sofocante calor de la canícula. Entonces, de repente, este era el sentido del ejercicio, el odio brotaba en él con violencia de orgasmo, estallando como una tormenta contra aquellos olores que habían osado ofender su ilustre nariz. Caía sobre ellos como granizo sobre un campo de trigo los pulverizaba como un furioso huracán y los ahogaba bajo un diluvio purificador de agua destilada. Tan justa era su cólera y tan grande su venganza. Ah, qué momento sublime! Grenouille, el hombrecillo, temblaba de excitación, su cuerpo se tensaba y abombaba en un bienestar voluptuoso, de modo que durante un momento tocaba con la coronilla el techo de la gruta, para luego bajar lentamente hasta yacer liberado y apaciguado en lo más hondo. Era demasiado agradable, este acto violento de exterminación de todos los olores repugnantes, era realmente demasiado agradable, casi su número favorito entre todos los representados en el escenario de su gran teatro interior, porque comunicaba la maravillosa sensación de agotamiento placentero que sigue a todo acto verdaderamente grande y heroico".

Patrick Süskind,
Texto de "El Perfume".

lunes, 2 de junio de 2008

sobre la Élegie y su compositor

Gabriel Fauré nació en Pamiers en 1845. Estudió música con el prestigioso compositor Camille Saint-Saëns con quien compartiría una gran amistad con los años. Se hizo organista y maestro de coros antes de convertirse en profesor del Conservatorio de París, del que más tarde será Director. Importantes compositores del siglo XX habían sido sus alumnos: George Enescu, Maurice Ravel, Nadia Boulanger…

Fue defensor de la música francesa en un tiempo en que la tendencia predominante en Europa era adoptar los parámetros de la música romántica alemana. Admiraba a Richard Wagner, sin embargo siendo uno de los pocos que no caería bajo su influencia. Por eso está considerado el maestro de la canción Francesa, junto a Claude Debussy. Siempre abierto a las nuevas corrientes musicales, no dejó que asociaciones literarias interfirieran en el fluir de sus obras. No era un virtuoso como lo fue Mozart o lo era Camille Saint-Saëns, y no tuvo en telar musical de fondo por parte de su familia, y sin embargo, sí dispuso de increíble talento y en su música está presente un personalísimo estilo. Él se inclinó por un sonido más discreto y emotivo, y compuso en los pequeños géneros, en particular obras cortas para piano y música de cámara, como la pequeña Élegie para piano y cello*, o la Berceuse, y Romance, para violín y piano. En sus obras para piano solo, se encuentra la esfera de su completa evolución estilística: Impronmptus, Nocturnos, ciclos de Canciones sobre poemas… Y entre sus pocas obras a gran escala destaca el popular Requiem op.48, y la ópera Penélope, ambas de gran interés.

Fauré murió de neumonía y aislado en París en el año 1924, cuando la sordera ya le había obligado a dimitir de su cargo de Director del conservatorio.

*En particular la Élegie, que signfica "poema lírico", comienza a modo de marcha fúnebre. La escribió en un momento en que acababa de sufrir una ruptura amorosa con Marianne, quien había aceptado su propuesta matrimonial, y que nunca pudo tener lugar debido a una enfermedad que los separó incluso después de que ella se recuperase. Esto afectó a Gabriel profundamente, lo cual se transmite en sus obras, además de la Élegie, el famoso Après un Rêve, Les Berceux, y Le Voyageur. La Élegie se interpretó con piano y cello el día de su funeral, que se celebró como si de un alto cargo político se tratase, toda una ceremonia en la que cientos de personas, amigos y desconocidos que admiraban su música y obra se acercaron a despedirse.


domingo, 1 de junio de 2008

consejos para superar el miedo escénico

Preparase bien la obra y pensar en el éxito.
Si en casa está perfecta, ¿por qué ha de salir mal si es la misma pieza?
La gente no se da cuenta de los fallos, sólo quieren disfrutar.
No es una situación para hacer alerde de mi ego o aplastarlo, sino una oportunidad para compartir la música.
Es una actuación, y actuar es una habilidad que se aprende.
La ansiedad escénica es un fenómeno mental que sólo se debe proyectar en la mente, no hacerlo real.
Para no perder la concentración (consecuencia de los nervios), se ha de cantar siempre la melodía por dentro.
Disfrutar.

En algún momento me distraje, me caí del mundo, y ahora no sé por dónde se entra.

WELCOME

to adagio sostenuto's blogsite.
A little bit of music and other skills.