
Las personas de la Antigua Mesopotamia (civilización desarrollada desde la prehistoria hasta la caída del imperio caldeo o neobabilónico por la conquista persa) habían inventado la rueda, la moneda, el arado y la irrigación artificial. En su territorio tuvo lugar la metalurgia del cobre y del bronce. Desde aquellos raros templos escalonados (zigurats) observavan el cielo, estudiaban astrología, conocían el movimiento de los astros y podían preveer fenómenos con antelación. Habían inventado el sistema decimal y el sexagesimal y lo aplicaron al comercio, resolvieron ecuaciones de tercer grado, y casi alcanzaron el valor del número Pi. La cerámica se había desarrollado aquí antes que en cualquier otro lugar, durante el Neolítico, llamado "pre-cerámico", y el vidrio tomó forma en el II milenio a.C...
No era común entre los reyes de la antigüedad leer y escribir, sin embargo Asurbanipal sí sabía. A él debemos la construcción de la gran Biblioteca de Nínive y su legado (la constuirian esclavos seguramente), que ha conservado de 20.000 a 30.000 tabletas de escritura cuneiforme, y 1.200 textos distinguidos que hoy se estudian todavía. Textos proféticos. Textos de astronomía. El poema de Gilgamesh... El esplendor asirio era evidente en su reinado. Afloraron la cultura y las artes. Asurbanipal expandió el territorio asirio hasta Tebas e hizo campañas militares en Susa (Irán). Era conocido por los griegos con el nombre de Sardanapal, como Osnapeer en la Bíblia judeocristiana, un libro que condena a Babilonia como la zona oscura que castigó diós tras la construcción de la torre de Babel (¿un palacio, un templo, un zigurat que aún desafía a los vientos que la han configurado?). Es tan conocido este rey que todavía hoy mencionan su nombre los niños de las comunidades asirias que habitan en Irak, Turquía, Líbano, Irán y Siria, aunque un tercio de ellos continúa en la diáspora.